Saca tu vena cómica. Que la tienes. Pierde tu vergüenza y monta alguna gamberrada con esa idea que te va rondando la cabeza desde hace tiempo, yo te ayudo a que de ella se hagan las risas que te mereces... Anímate.
Nosotros ya hemos hecho alguna, perdiendo el sentido del ridículo (que tiene poco sentido) y echándonos un poco al monte con alguna idea loca. Si tienes la tuya, yo te ayudo.