El cierre en 2003 de una de las emblemáticas fábricas de Vitoria, con una trayectoria de más de 60 años y con 250 trabajadores (sólo en Vitoria) el día que se echó la persiana, dió mucho de qué hablar por aquellos días.
Yo fuí uno de ellos, y este fue mi pequeño testimonio.
Un poco lacrimógeno, me dirán, pero es lo que uno llevaba dentro aquellos días...